Llego y el lugar está a reventar, pero en ese instante se paran de su lugar para marcharse una pareja, así que me apresuro y me siento en uno de los sillones.
Después voy al mostrador y pido mi cappuccino venti sabor mocka y mi bagel con queso crema.
Tengo un buen libro en mi bolsa, y tambien mi tablet...pero no me decido por ninguno y mejor me pongo a darle sorbos a mi café y observar a la gente...
Es increíble la cantidad de pláticas en la que indirectamente se sumerge uno... historias tan diferentes, tristes, de lucha, de amor.
He decidido que cada viernes iré a tomar café y leer, a disfrutar un rato de mi propia compañía.
Comments
Post a Comment