Todo llega, cuándo tiene que llegar....
Talvez tenemos que conocer unas pocas personas equivocadas antes de conocer a la correcta, y así estar plenamente agradecidos por ese regalo.
Si se cierra la puerta de la felicidad, siempre se abre otra, pero terqueamos tanto en mirar esa puerta cerrada que no vemos la que se ha abierto ante nosotros.
Darle a alguien todo tu amor, núnca es garantía de que te amará de vuelta, así que no esperes amor de vuelta, solo espera que crezca en su corazón... Pero si no lo hace, alégrate de que creció en el tuyo!.
No te fijes por favor núnca en la pinta, que te puedes decepcionar, ni en la riqueza, pues incluso eso se desvanece. Fíjate en alguien que te haga sonreír, pues se necesita sólo una sonrisa para que un día obscuro parezca claro.
Encuentra a quién haga sonreír a tu corazón, sueña lo que tu quieres soñar, anda dónde tú quieras ir, se lo que quieres ser, pues solo tienes una vida para hacer todas las cosas que quieres hacer.
La felicidad está con aquellos que lloran, aquellos que están dolidos, aquellos que han buscado y los que han intentado, porque sólo ellos pueden apreciar la importancia de aquella gente que ha tocado su vida y sus corazónes.
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